miércoles, 5 de noviembre de 2008

Te digo adiós. Guardo mi tiempo inmenso en el bolsillo, gritando al sol con la sonrisa gris del ex presidio. Hoy llevo a mi chica lejos de este vendaval donde tus dedos negros no nos puedan alcanzar... jamás.
Ellos están tirando el fino hilo de la obsesión, ellos están juntando al fin ladrillo por ladrillo. Hoy llevo a mi chica lejos de este vendaval, donde tus dedos negros no nos puedan alcanzar... jamás.
Nos vamos lejos, no preguntes adónde... Me voy... ¿a dónde?. (El fino hilo de la obseción, 2007)

No hay comentarios: